lunes, 11 de enero de 2010

Las llamas eran animales consagrados al volcán Chimborazo


Entrevista a Galo Ramón Valarezo. Investigador y académico ecuatoriano, magister en Historia Andina y PhD en Historia Latinoamericana. Autor de 17 libros y de más de cien artículos.

La grácil figura de los camélidos se conjugó con el paisaje por lo menos 5 mil años antes de Cristo en el hoy territorio ecuatoriano, sobre todo al sur del Nudo del Azuay. Una investigación realizada por el prestigioso académico Galo Ramón rastrea el paso de llamas y alpacas por la historia del centro y sur del país.

Los resultados los expuso en la ponencia “El conocimiento ancestral y el turismo comunitario: los camélidos en el Ecuador”, presentada en el V Congreso Mundial de Camélidos realizado en Riobamba, en noviembre del año pasado.
Galón Ramón, Director ejecutivo de Comunidades y desarrollo del Ecuador (COMUNIDEC), analizó además si es posible con la recuperación del conocimiento ancestral en el tema de los camélidos, sustentar una propuesta de turismo comunitario en el Ecuador.
Ramón armó esta ponencia a propósito del congreso, sobre la base de documentos que ha ido recopilando con el paso del tiempo. “A veces uno se encuentra con documentos y no sabe para qué le va a servir, los guarda, después se acuerda que tenía ahí elementos interesante. Por ejemplo, el petroglifo (representación gráfica grabada en roca o piedra) de los camélidos lo había visto mucho antes, pero nunca pensé que iba a discutir el tema”, confiesa.

Hubo camélidos en nuestro territorio antes de la llegada de los incas?

Había bastantes dudas si existían camélidos en el caso ecuatoriano. Mi investigación muestra que principalmente en los Andes del Sur -esto es desde el nudo del Azuay- existieron camélidos desde 5 mil años antes de Cristo. Hemos encontramos un petroglifo que muestra un macho con dos hembras y sus respectivas crías, y astros. Los cazadores y recolectores grabaron este tipo de elemento para rogar a los dioses para beneficiar la caza. Luego en la época del formativo tardío, en la zona de los Cañaris ya se domesticó a los camélidos. En el periodo de integración esto era visible, de manera que ya se alimentaban con carne.
Da la impresión de que no fue muy utilizado para hacer tejidos, sino básicamente para provisión de carne y posiblemente carga. En el caso de los Andes del Norte, la ropa la confeccionaban principalmente de algodón, las alpargatas de cabuya, y en algunos casos se utilizaban cortezas, principalmente en la zona de los pastos.
Pero, la introducción masiva de camélidos se produjo con los incas, y lo interesante es que lo hicieron en todos los climas, incluso en el Oriente. Tenemos evidencias que pusieron rebaños en Zamora, en toda la Sierra; en la Costa los cronistas no vieron rebaños, pero los arqueólogos sí han encontrado huesos.

¿Cuáles eran los propósitos de la introducción de los camélidos por parte de los incas?

La introducción masiva de los camélidos tenía varios propósitos, uno de ellos producir carne y lana para abastecer a los tambos del Capac Ñañ (Camino del Inca). Me parece que se crearon sitios especializados para la producción, sobre todo en la zona del Nudo del Azuay hacia el Sur; en todos los tambos importantes se han encontrado corales con camélidos.

¿Y hubo presencia en Chimborazo?

Quiero destacar la presencia de camélidos en Chimborazo. Los camélidos estaban en dos sitios; unos en la parte alta del cerro. Eran camélidos montaraces que estaban dedicados al nevado, y por lo tanto, estaba prohibida su caza; pero se los sacrificaba de vez en cuando para que no hayan heladas. Otros rebaños estaban en Tapi, donde se asentó la ciudad de Riobamba posteriormente.

¿Por qué desaparecieron los camélidos de nuestro territorio?

Lo impresionante es que cuando vinieron los españoles, los camélidos desaparecieron prácticamente, y eso se debe principalmente a la desvalorización de los camélidos, a la presencia de numerosísimos borregos; recordemos que esta fue la zona obrajera por excelencia, toda la Real Audiencia de Quito, y sobre todo la Sierra Centro Norte. Los españoles consumían de manera no selectiva a los camélidos, consumían incluso las hembras. Cieza, un cronista de la época, señala que se comían solo el corazón y botaban el resto. Hubo un desperdicio brutal, de manera que prácticamente ya hacia 1582 no habían camélidos, o habían desaparecido, incluso de la literatura. Ninguno de los reportes habla de estos ejemplares. Yo he rastreado los testamentos indígenas para mirar si allí se los mencionaba, pero no.

¿Cuándo se vuelve a tener noticias de la presencia de camélidos?

Curiosamente, después de la crisis obrajera, a finales de silgo XVIII, reaparecen básicamente cuando se produjo el cambio de la ciudad, después del terremoto. Hubo el interés por describir qué había en Tapi y se cuenta que personas de Licán tenían rebaños de camélidos. Como en esos tiempos Humboldt hizo su visita (1803), él también se preocupa por hacer pintar estos espacios, y los camélidos aparecen en las pinturas.
Luego en el siglo XIX, los artistas costumbristas, por ejemplo Agustín Guerrero, ya pinta en Riobamba, mujeres que están hilando y caminando con su llama. Entonces, ya se puede observar la reaparición casi milagrosa de los camélidos, que habían sido invisibilizados por la presencia de los borregos principalmente.

¿Su trabajo permite afirmar que hubo tradición de manejo de camélidos en Ecuador?

Todo esto permite sostener que sí había una tradición de manejo que estuvo oculta, que entonces, se trata de entender con mucha claridad qué tipo de manejo se le estaba haciendo a la llama; porque la reintroducción, en algunas investigaciones, considera que no hay tradición acá y que probablemente por eso se están cometiendo varios errores en el manejo. Creo que es cierto en parte, se perdió muchísimo la tradición, pero creo que existen posibilidades de recuperarla y mirar que es posible adaptar los camélidos a diversos climas. Me parece que son elementos básicos. Adicionalmente argumentamos que se puede hacer turismo comunitario, y ubicar a los camélidos como una forma más adecuada de manejo para los páramos.

¿En Chimborazo, dentro de los camélidos, hablamos básicamente de llamas?

Sí. Aunque cuando vino Humboldt, en 1803, vio dos tipos, unos montaraces en el cerro, y otros domesticados. Me parece que las montaraces fueron cazadas posteriormente y desaparecieron. Pero, básicamente hablamos de llamas.
Los incas trajeron alpacas, y repoblaron, y esas fueron las que desaparecieron. Me parece que el biotipo de animales que se conservó fue el de las llamas o llamingos, que se adaptó mucho más a las características que son distintas a la puna; ésta es una zona más lluviosa, con más nubosidad, menor estacionalidad que la puna.

¿Tuvo alguna función ritual el camélido en Ecuador?

Yo distinguía dos momentos. Uno anterior a la llegada de los incas, y otro posterior a los incas. Antes de los incas no tenemos evidencias de que haya existido una actividad ritual con los camélidos, pero con los incas, por supuesto. La principal evidencia es ésta del Chimborazo, que era prohibido pasar y que para nosotros es un hecho muy interesante porque se estaba protegiendo el nacimiento de las aguas. Luego, también se encuentran pequeñas efigies de llamas de oro, que seguramente eran colocadas juntos a los muertos. Luego lo hemos encontrado como sello en Tumipamba, en Cuenca, para identificar determinados objetos; es decir era un elemento de identidad. Para pagar los tributos, se tenía que identificar de qué parcialidad o ayllu venía, y había grupos que tenían sellos con la figura de un camélido.
En otro uso, la sangre de llama se utilizaba para ponerla en las edificaciones, porque se consideraba que brindaba mayor fortaleza contra temblores.

¿Falta por investigar más sobre estas funciones o relaciones?

Me parece que hace falta más etnografía. Mi investigación fue desde los archivos y documentos. Creo que corresponde a los antropólogos hacer un chequeo de cuál es la relación de las personas y los camélidos, y seguramente habrá muchos elementos. La perspectiva de mi investigación se refiere a mirar qué pasó en el proceso histórico.

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